martes, enero 02, 2007

Navidades en el paraíso

En un país mayormente musulmán donde la navidad se celebra muy poquito, la temperatura de veintitantos no baja y la familia no está a tu lado es difícil sentir el espíritu navideño. Para remediarlo, decidimos visitar Yogyakarta y Belitung que sin duda alguna han sido las mejores escapadas que hemos hecho en Indonesia.

Yogyakarta

Yogyakarta es el segundo destino turístico de Indonesia después de Bali. No lo es por sus playas, fiestas, lujos y clima sino por sus templos y porque es la ciudad donde más se respira la cultura javanesa. Además tuvimos la suerte de conocer a Paloma, que amablemente el día de nochebuena cocinó una paella con sabor mediterráneo.



El primer templo que visitamos fue el Borobudur. Se trata del mayor templo budista del mundo construido a finales del siglo VIII. El templo ha sido reconstruido varias veces debido a terremotos, erupciones del volcán más activo del mundo, el Merapi y por su antigüedad.







Después rodeados de arrozales, ríos y muchísima vegetación nos desplazamos a visitar el Prambanan, compuesto por centenares de templos hindúes. Los tres templos mas grandes están dedicados a Shiva, Vishna y Brachma. Todos los templos se construyeron con roca volcánica y el mayor de ellos tiene una altura de 50 metros que hace sentirse pequeño a cualquiera.






La noche de nochebuena cenamos Laura, Guillermo, Vanesa, Majo y yo en un buen restaurante Yogyakartino con botella de vino australiana.



Al día siguiente visitamos el palacio del Sultán y el palacio del agua donde se bañaba el Sultán, sus mujeres e hijos. Por la noche acudimos a un baile típico javanes, 'Ramayana' acompañado por la música del gamelán. Nos quedaron muchas cosas por ver en Yogyakarta pero esperaremos que nos visitéis alguno para disfrutarlo juntos.







Belitung

La nochevieja decidimos pasarla en Belitung, una pequeña isla que no es destino turístico y ello es lo que le la hace especial. Nos acompañaron dos becarios de Taiwan, Andrés y Xenxo. El mayor encanto de la isla son sus playas de arena blanquísima y la gran cantidad de bloques de granito de todos los tamaños que se encuentran tanto en el interior de la isla como en las playas e incluso en el mar.







La ausencia de turistas e incluso de locales ya que a los Indonesios no les apasiona la playa hacen de Belitung un destino ideal para los que buscan tranquilidad. Además la gran diversidad marina de la isla entretiene incluso a los mas impasibles.

Estando en la playa se nos acercó Hendri, un local muy amable que se nos ofreció de guía turístico. Como en la isla no existe transporte público accedimos encantados y nos enseñó las mejores playas de la isla. Después cenamos barbacoa de pescado fresco, gambas, arroz, ajos tiernos... Todo con las manos.








Hay numerosas islas pequeñas cercanas a Belitung y unos pescadores nos llevaron en barquita y acompañados por unos delfines a visitar 'pulau burung' (isla de los pájaros), una isla con vegetación muy frondosa y playas encantadoras donde encontré la caracola que el tío Jesús me encargó. Un 31 de diciembre diferente.









La noche de nochevieja tuvimos cena de gala en los bungalows, castillo de fuegos, banda de música, baile típico Indonesio y Hendri acertado nos trajo uvas para que cumpliésemos la tradición Española que junto a la encantadora gente y atractivo lugar consiguieron que siempre recordemos la nochevieja del 2006 lo que fue. Una nochevieja muy muy especial.










Al día siguiente nos despedimos de Hendri, Andrés y Xenxo quien decía que posiblemente hubiese sido el mejor viaje de su vida. Una aventura que a pesar de no tener nada planeado salió sobre ruedas como suele ser habitual cuando uno aprecia de cada lugar lo que éste le puede ofrecer.

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